Muy buenas a los lectores de este blog. Hoy vamos a dedicarle un trocito quizás a uno de los grandes desconocidos del edificio del Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba. Se trata en este caso del mosaico del titán Océano. Quizás es uno de los grandes desconocidos porque no se encuentra precisamente al paso, pero si nos desviamos un poco al salir del salón de los mosaicos, nos encontraremos con una pieza preciosa y de especial valía.
El Mosaico de Océano se encuentra en una sala donde se aúnan varias piezas de mobiliario del edificio que probablemente estuvieron ubicadas en estancias oficiales. Vamos a centrarnos en el mosaico en sí. Lamentablemente solo se conserva la sección central del mismo. Es algo más común de lo que cabría pensar aunque estemos hablando de un mosaico de suelo y pudiéramos pensar que el suelo es lo primero que se cubre ante la destrucción de una vivienda.
Océano, como comentábamos antes, era un titán hijo de Urano y Gea (la tierra). Océano se convertirá en el padre de todos los dioses de la mitología clásica y fue la primera divinidad de las aguas. En este mosaico aparece representado en toda su potencia. El rostro es bastante grande. Tanto las cejas como los mofletes están cubiertos de escamas. De su barba nacen delfines. Su semblante está coronado con unas enormes pinzas de cangrejo, las cuales se consideraban símbolos de la potencia y la fecundidad.
Como curiosidad, comentar que en la localidad de Casariche (Sevilla) encontraríamos un mosaico con similares características al que está expuesto en esta sala del Alcázar de Córdoba, aunque, según la descripción dada por muchos, el de Córdoba tendría más plasticidad y carnosidad que el de Sevilla.
Para descubrir si eso es verdad y poder descubrir más cosas de este increíble edificio, no dudéis en contactarnos para una visita guiada del edificio, ¡así no se os escapará nada!